Hoy, 8 de julio, es un día muy especial porque Dios te permite cumplir un año más de vida. ¡Un año más para disfrutar, vivir y seguir dejando huella en quienes te amamos!
No soy mucho de expresar lo que siento… me cuesta. Pero quiero que sepas que claro que eres importante para mí.
Eres un ejemplo de responsabilidad:
Nunca llegas tarde al trabajo ni a ningún lado, y aun cuando te caíste de un techo, seguiste cumpliendo con tu deber porque sabes que tienes una responsabilidad con tu familia y tu trabajo.
Podría decirse que eres muy celoso…
Algunos lo llamarían “romántico”, pero sabemos que no es tan romántico, jaja. Aun así, eres un extraordinario esposo, siempre has cuidado a tu esposa con amor y has sido un gran papá.
Momentos difíciles…
Has pasado por muchas pruebas.
Recuerdo aquel momento en el que te detectaron cáncer… o un virus que nunca supieron qué era.
Ese día fuimos al doctor, y cuando escuchaste la palabra cáncer, te levantaste de inmediato, querías irte, como si ya todo hubiera acabado. Así nos sentimos también mi mamá y yo.
Ese tiempo fue desgastante…
Recuerdo a mi hermana llorando con el corazón roto en la cocina.
Pero nunca te derrumbaste.
Seguiste de pie, peleando con fuerza, y Dios te sanó.
Con tu fe, tu fuerza y la misericordia de Dios, saliste adelante.
¡Gloria a Dios por eso!
Eres fuerte, aunque seas chaparro 😅
En la familia te dicen el sapo, pero tu carácter no tiene nada de pequeño.
Como cuando brincabas para soltarle unos golpes a alguien que te hizo una llave mal hecha…
O cuando querías pelear con el vecino por el “muñeco robado”, y en realidad, fui yo el que lo perdió… perdón, jaja.
Un hombre ejemplar
Desde que te casaste, tu esposa fue el centro de tu vida.
Cuando nacimos mi hermana y yo, nos diste TODO.
Nunca nos faltó nada.
Si hubo problemas económicos, nunca lo sentimos.
Me llevaste siempre a mis partidos de fútbol,
me comprabas mis carritos de Bimbo y Coca-Cola,
nos llevabas a tu ferretería, y ahí estábamos contigo.
Nos has amado tanto, que aunque no digas “te quiero” muy seguido,
tus hechos han gritado ese amor miles de veces.
Gracias por estar ahí en los momentos difíciles.
Cuando reprobaba en la escuela y tú ibas a dar la cara por mí…
Créeme que eso lo reconozco y lo agradezco con todo mi corazón.
Yo estaba pasando por una etapa muy difícil, pero fue ahí cuando Cristo entró en mi vida y me cambió.
Mi temor más grande
Recuerdo cuando te caíste del techo, estuviste internado,
yo iba a verte… y sí, me tocaba limpiar tu número dos…
¡me daba mucho asco! jajaja, siempre he sido asqueroso.
Pero lo hacía por ti, con miedo, sí, pero con amor.
Y ese miedo sigue en mí:
Miedo a que te mueras sin conocer a Dios.
Ese es mi mayor temor contigo y con mi mamá.
Cuando me toque partir, quiero verlos de nuevo.
No quiero perderlos.
Quiero que Cristo toque sus vidas.
Hoy batallas para escuchar, pero aun así, quiero gritarte con todo mi corazón:
¡TE QUIERO, TITO!
¡CRISTO TE AMA!
Él te ama y quiere darte una nueva vida.
No hay mejor momento que el que Cristo nos ofrece.
Quiero que lo conozcas.
Quiero que, cuando nos toque partir, nos encontremos todos con Él.
Te admiro, te respeto, y agradezco todo lo que tú y mi mamá han hecho por nosotros.
Nos han educado, nos siguen ayudando, nunca nos dejan solos.
Lo único que quiero, es que entiendas esto:
Te quiero. Y Cristo te ama.
🥳 ¡Feliz cumpleaños, Tito!
