Es crucial creer en Dios para abrir nuestros ojos y ver la verdad. Solo Él puede mostrarnos el camino correcto y darnos la fuerza para seguirlo. Debemos ser humildes y permitir que Dios nos guíe, dejando de lado nuestra terquedad y nuestras propias ideas.
Al seguir a Jesucristo, encontraremos la verdad y la vida en abundancia, liberándonos de la ceguera del pecado. Es hora de abrir nuestros ojos y permitir que la luz de Dios ilumine nuestro camino.